jueves, 28 de julio de 2011

I'm still here (Casey Affleck, 2010)


Me he reído bastante. Pero es que si hay películas que envejecen mal, este falso documental, provocador y brillante en su concepción, quedó inoculado y completamente absurdo al cabo de media hora. Y en el momento que sabes que Casey Affleck está tras la cámara dando la tabarra y disimulando lo indisimulable se convierte en una cosa casi molesta. Atendiendo a su desarrollo como quien mira una pantomima de cachondeo, encajando guiños del protagonista como digamos en "Borat", todavía hubiese tenido cierto fuste. Pero ver a Joaquin llevando hasta extremos indecibles la payasada, pese al vapuleo casi involuntario de todo un David Letterman (que intenta ocultar malamente que le da lo mismo si el barbas se ha echado a perder o está tomándole el pelo; es que le da igual, como al grueso de espectadores) da un poco de grima. Pero insisto, yo todavía me he reído bastante, un año después, y hay momentos que se salvan de la quema. Me ha parecido un experimento fallido pero valiente, respetuoso dentro de lo que cabe y con un mínimo de originalidad. Pero sobre todo fallido, obsoleto en estos tiempos que corren en los que el hoax dura dos twits.

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