sábado, 28 de abril de 2012

Ernst Hemingway – “El viejo y el mar”

Es curioso que, ordenando tiempo después mis estanterías, descubro que tenía ya otras dos ediciones de “El viejo y el mar”, pero no se me antojó leerlo hasta que me encontré una vez una versión mexicana, destrozada, de papel pulposo, en una chamarilería ignota. Fue mi lectura de una tarde lluviosa y desesperante, y a pesar de que (como me pasa en tantas otras ocasiones con la lectura clásica) no podía dejar de pensar en el amigo Homer Simpson y su aventura involuntaria aquella madrugada en el Lago Siluro (cosas de mi limitada educación audiovisual), de las diferencias idiomáticas y de lo sufrido de la narración, la obra me dejó boquiabierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario