domingo, 11 de agosto de 2013

Sorority babes in the slimeball bowl-o-rama (David DeCoteau, 1988)

De vez en cuando me apetece recuperar alguna película ochentera de scream queens, esos clásicos de serie Z de Wynorski, Olen Ray o DeCoteau con Linnea Quigley, Brinke Stevens, Michelle Bauer y compañía. Esta mañana de domingo era ideal, y no recordaba casi nada del argumento de "Sorority babes" ("Chicas de fraternidad en la bolera"). Esta es una de las dos únicas películas en la que salen además las tres juntas (la otra es "Nightmare sisters"; aunque recientemente se ha editado, en directo-a-torrent, "Cougar cult" con todo un desfile de scream queens ya mayorcitas, que no me atrevo a ver). El argumento es clásico: tres inadaptados nerds universitarios se aburren y deciden ir a espiar el rito iniciático de dos nuevos miembros de una fraternidad femenina (la Stevens y la Bauer), de manos de tres hermanas ya tullidas (comandadas por la difunta jamona Robin Stille). Mientras cotillean por la ventana, les pillan y la jefa de la fraternidad les castiga a acompañar a las iniciadas a robar un trofeo de la bolera a medianoche. Allí se encontrarán con la macarra de la Quigley, que está robando la recaudación de las máquinas de marcianitos. Roban el trofeo, pero éste se cae al suelo, se rompe y sale una especie de critter-leprechaun-Lockheed que les concede un deseo a cada uno. Pero todo resultará ser una trampa, y se arma la gorda en la bolera a medianoche, con montones de tetas, rayos y sangre salpicándolo todo.

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